domingo, 10 de enero de 2010

Cartas a una bruja (1ra carta)



Hemos pasado días fríos, son precisamente ellos los que me inspiran cada día en seguir con un cuento, el titulo aún sujeto a cambios es "Cartas a una Bruja"y precisamente la historia se refiere a eso, todo sucede hace años en épocas de 1799 a 1800, en un poblado ubicado en el corazón del bosque. Una bella mujer ha llegado al pueblo; es tan misteriosa y hermosa a la vez que Samuel un chico de 18 años se ha enamorado de ella a primera vista, este amor pasa por distintas pruebas pues se cree que la joven es una bruja que seduce hombres para alimentarse de su esencia por lo que el pueblo se ha puesto en contra de ella, poniendo un grupo de reglas. La historia se narra en cartas de Samuel dirigidas a la bruja.
Bueno esto fue una sinopsis en pequeños rasgos.y ya que saben maso menos de que se trata quiero presentarles lo que he nombrado la "1° carta", espero que lo disfruten.


1°Carta
El relojero, la manzana y el mercado.

Viernes 2 de Octubre de 1799.

Lo recordaré muy bien. Nunca podré olvidar cuando te vi por primera vez.

Fue un día de Octubre a las tres de la tarde; un día nublado y con una suave llovizna que erizaba mi piel. Se llegaba a persivir un exquisito aroma a tierra húmeda;¿El lugar? el mercado en la plaza principal.
Los comerciantes ofrecían su producto, yo acompañaba a mi naná por verduras y legumbres;mientras ella regateaba y yo moría de aburrimiento. ¡Y ahí estabas tú!, te pude apreciar a lo lejos entrando por un costado del puesto del relojero. A pesar de traer una capa negra ocultando tu hermosa figura para pasar desapercibida, te vi. Y vi que te acercaste al puesto de Joe el relojero y de bajo tu capa sacaste una manzana muy roja, tan roja, jugosa y exquisita como tus labios;miraste de un lado a otro con riguroso cuidado de no ser observada, moviendo tu largo cuello de un lado a otro, y cuando estuviste absolutamente segura de que ningún mortal te veía, dirigiste la jugosa manzana a tus exquisitos labios y la mordiste.
El relojero no pudo resistirse a tan asombroso espectáculo, lo pude notar en su cara.
Y en un segundo dejaste caer la manzana, esta reboto en el suelo empedrado y se instaló por dos o tres segundos, hasta que la mano ancha y peluda de Joe la tomó y la levantó.
Pero al momento de regresartela solo lo viste con una mirada tan penetrante y tan seductora que cualquier mortal podría tener un orgasmo en cuestión de segundos; y creó que precisamente eso fue lo que ocurrió con Joe,pues se quedo perplejo con la manzana en la mano.
Tú solo diste media vuelta y te fuiste.
Samuel

3 comentarios:

  1. Son los momentos pequeñitos de la vida llenos de felicidad los que nos recuerdan que somos, que hacemos y hacia a donde nos dirigimos. Tienes buena brújula, continúa escribiendo! =)

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  2. Asi es .. vas bien, pero intenta superarte a ti mismo, con cada escrito.... vas bien .. me agrada :D, ya agrege tu blog a favoritos !!haha... seguire leyendote y espero ver cosas mejores y mejores cada dia!!! SUERTE !!! ATTE: EMILIO !!

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  3. hola, aquí pasando a leer y escribirte, muy bien, quiero saber qué pasa con Samuel y la mujer :)

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